jueves, 8 de mayo de 2008

Delante de las paredes

Hay calles que quisiera que dejen de existir. En Buenos Aires, hay espacios que me estorban. Y me apena, porque son lindos lugares. Hay que empezar a discriminar los sitios en los que uno siente amor. Después pasa esto, cuando uno no ama, cuando sólo es libre: tiene que hacer esfuerzo por recordar quién es.

3 comentarios:

petit dijo...

creo que vamos juntando cosas, de toda la gente que conocemos en la vida...y somos eso, un rejunte de eso que nos dieron y eso que nos quitaron...
o dimos des-preocupadamente.

Como si cada uno de nosotros viniera con una bosita de souvenir.

Anónimo dijo...

Esos lugares tienen que existir para que recordemos que todo es pasajero, como nosotros, que seguimos de largo mientras ellos, los lugares, se quedan ahí.
Abrazo,
León.

MQDLV dijo...

y si nos detenemos? o nos vamos? te tiro la idea! besos, León!