martes, 6 de enero de 2009

Susanitas Posmo

Diré que llegué a una edad en la que entiendo poco. Perdí la foto que había escondido en el cajón cuando era chica y sabía más. La guardé tan bien -y eso que me advertí del riesgo- que no la puedo encontrar. Tengo recuerdos difusos. Muchos alrededor sonríen y yo estoy con la ceja gacha, como que no veo, como que se me pianta un ojo. Sé del gesto pero no me acuerdo de las caras y después de haberlos soñado tanto, de deformarlos de a poco y en cada sueño, ya no sé si en el próximo estarán vivos o serán monstruos colados sin colador.

Hay algo que sí recuerdo y es que cuando alguien (a quien ya no conozco) sacó la foto yo estaba preguntando hacía dónde van los ciegos.

- Al mismo lugar que vos -me contestó ese y preguntó- ¿Vos a dónde vas cuando vas?
- A ver a alguien- respondí, como diciendo lo obvio.

Aunque ahora ya no cuestiono a dónde van los ciegos, a veces los veo por la calle y me planto en sus ojos. Los analizo, les busco el gesto delator porque creo que están mintiendo, me enrosco y me convenzo, y cuando ya no me quedan dudas, cuando el análisis que doblo como un origami cierra perfecto, asumo que lo único que quieren es ir tomados del brazo de alguna chica porque para ellos el apretón es caricia, igual que para otros el globo es teta y el muslo, dirección.

Los miro, los busco y cuando los vi, y vi que son ciegos, me pregunto por qué será que les desconfío tanto. Si lo pienso me molesto y repaso mis frustraciones para encontrar la explicación. Abro el origami y creo entender: será que se me vuelven eclipse de hombres invisibles y que como yo soñaba con pasar sin cuerpo para poder ver a la gente haciendo el amor, cagando o mintiendo, me da la sensación de que ellos, los ciegos, no pueden ser verdad.

El tema con estos tipos me quedó como un acto recurrente, como un tic bajo, de los más crueles y discriminatorios que me son inmodificables hasta cuando busco mi más político concepto de moral.

Dejo de analizar sus ojos sólo cuando descubro que no ven, que de verdad no están viendo nada y que es real que uno puede sacarse la ropa, arrancarse las pestañas con una pinza y tocarse con la punta de los dedos delante de ellos. Ahí los saco de cuadro: prefiero, entonces, mirar a la chica que lo ayudó a cruzar y que sin cruzarle un beso lo despidió.

Si pienso en el mejor momento de mi vida, siempre me acuerdo de mañana. Le cuento a mi psicóloga y me dice: “Tenemos que trabajar en ese pesimismo”. Yo le sugiero que mejor explotemos lo que imagino, si total la foto que había sacado para no olvidar quién quería ser, ya la perdí.

Porque son como piezas de rompecabezas que no encajan. Que perdieron la caja, como que alguien tiró el recipiente por equivocación, vinieron los de CEAMCE, se lo llevaron, lo hicieron bosta y el desperdicio subió al cielo pero nadie se lo fuma. Por eso los envidio un poco, porque me doy cuenta que yo también soy una pieza de un rompecabezas. Pero sí formo algo y ese algo es un almanaque. Me pregunto dónde mierda dejé la foto y qué carajo hago acá, sentada en el cordón, con la zapatilla desatada, a un paso de entrar a la oficina tirabuzón y mirando la identificación colgante de la nena buena que ayudó al ciego.

Sigo sentada y un toc toc toc me mueve los ojos y en la órbita aparecen otras. Igual que la de la buena obra. Se ríen entre ellas y se ojearon el reloj. A una le vi los dientes, los tenía amarillos de tanto fumar, y llevaba una revista Elle bajo el brazo.

Me hice la distraída. Abrí el diario y leí: “Las mujeres que crecen económicamente y en su profesión eligen estar solas”. Miré el papel, las miré a ellas. Vestían bien. Yo no. Hablaban por celular. El mío no sonaba. Estaban paradas con las piernas bien estiradas. Yo atajaba al cordón.

Elle es la revista que leen ellas, que es algo así como él al revés y capicúa, pensé desde el cordón y pensé también: "Estas leen esa revista, que es dos veces él, porque quieren ser como ellos y así creerse feministas".

Pero eso no es feminismo. No creo su marketing porque no me compro su victoria. Porque reconozco que ovulé un montón de veces y desde los 12 años, cuando supe que ellos no tienen la menor idea de lo que es ser flaca, gorda, linda, fea, sucia, limpia, fogosa, mala, intrépida, frígida, sola, violada y ninguna de las otras cosas que terminan con la letra A.

Lo ignoran, igual que nosotras no sabemos lo que es tener algo colgando, la presión de que tenga que descolgarse y treparse, escabullirse y meterse sin errar en la primera; tener que cuidar el culo y correr el riesgo de portar la más chica de la ducha.

Somos distintos. Ni como ellos al revés, ni dos veces ellos, ni nada. El avance de la mujer tiene que ver con que se nos respete, escuche, con la valentía de las que tiene ocho a cuestas, las que quieren ser amadas, cuidadas, elegidas. Y significa también que podamos tener sexo completo y desnudo. Pero para conseguirlo hay que ser distintas de ellos: no el bis de lo que ya hicieron. Ahí no vamos. De esa pista de carrera que armaron, que es una cárcel en donde la intuición no cuenta y el topless apesta, yo me bajo.

Le cuento a mi psicóloga y me pregunta por qué me molestan las mujeres que caminan por el Microcentro y por qué no los hombres. Le cuento que los hombres son otra cosa, me dan intriga, los busco, los toco, los huelo y cuando los conozco reafirmo que son otra cosa. Son intriga y movilizan, pero más lejos de la cama no llegás si no querés. En cambio con las mujeres tengo cuestión de honor. No me gusta que sean mi espejo en la ciudad. Hacen tac tac tac tac en el piso y su melodía me parece como Pier, que ni que vuelva a nacer va a ser como el Indio.

Y le sentencio: de las mujeres que caminan por el Microcentro no envidio a ninguna. ¿Cómo puedo querer tener la piel de alguien que se tapa la tripa gorda con un tul, flaco, que vale como 100 ideas verdaderamente independientes?

Seguí la mentira de la estadística del diario y me pregunté quién podía creerse que el hecho de que cada vez haya más mujeres solitarias en un súper ambiente con fotos blanco y negro, onda tengo onda, un vino súper buen corte y otro medio chotón para los ratos en que no picó, cuando pica el bagre en soledad, tenga que ver con una decisión de brutal cambio social, por convicción y rebelión. Yo no me la trago.

Y, vamos, soltera por honor -tuve ganas de decirles, desde el cordón- vos tampoco te la comés. Porque es más lo que te encanta tragarte la de uno para siempre, pudiendo hacerte de otras de vez en cuando, sabiendo que hay quien escupa el incendio de tu mente.

Con estas tipas tengo cuestión de piel. Me dan frígidas o calentonas al pedo. Siguen ahí chupando el de 10 pesos, guardando el regalo de navidad de la compañía para la ocasión en que el príncipe del Master les confiese su amor y ellas -un poco entregadas, otro renegadas- descorchen los tacones y le claven el esmalte comprado en lo de Robert con la poción de Marta para no perderlo más. Estoy convencida. Van a querer casarse y triunfar en su profesión. No vaya a ser cosa que las metan en el bolso al que fue a parar la mamá del bótox con el gato. Ser ama de casa, no way. Pero cero subestima, no creo en su boludez. Su profesión siempre tiene que ver con el master en administración que está tirado en el sillón después de una mamada mientras ellas sueñan, con la mandíbula atornillada.

Las seguí mirando y seguí la historia que contaba, inquieta, la de la tarjeta de identificación colgando del pantalón. Pensé: seguro va a volver a su casa a cambiar la pilcha por una bombachita más metidita para que el pitito del amiguito nuevo se cope más y no tenga que andar con el dedito salvando la situación. Que la última vez fue patética.

La primera pregunta de la cita va a ir directo al punto: "Cómo va con el laburo y cuántos palos factura la empresa". La charla sigue y se vuelve amena. Porque fluye, entendés que cuando fluye es porque hay onda. Ella le va a marcar que no es cualquiera al toque. Le va a decir que un tipo con códigos es re importante porque la mala gente abunda, sabés, y el dolor de la traición es imperdonable. Ni me cuentes qué tipo de pelis consumís porque por la onda te saco al toque: te gusta Kill Bill. Para esta noche tengo una sorpresa. Se chupa el dedo con champagne y lo roza en puntas de pie. "Te contaba que me gusta la soledad, que disfruto de ir al teatro y en general los sábados a la mañana me dedico a bajar un poco las revoluciones de la semana. Hago yoga y buen provecho del atelier. Sí, también pinto. Siempre encuentro el tiempo para hacer lo que amo. Soy una apasionada total".

El último trago burbujeará dentro del esternón. Un movimiento de hombros. Atrás, adelante y está lista. Es tiempo de demostrar todo el conocimiento que da la independencia. Música charm y oh my god, that kiss is so hot. El auto quedó chico. "Entrá. Te prometí una sorpresa".

Y la mina descorcha nomás, saca lo mejor de ella y la independencia se le va por el tubo de café que prepara con tanto amor a la mañana siguiente para combatir el mal augurio de un día soleado.

Las amigas se enteran. "El flaco es divino y me parece que se copó con mi faceta artística". Yo creo que son Susanitas posmo. Que les vendría bien tener una, sólo una amiga que se la banque de verdad. Que toque los tambores cuando quiera y que haga el amor. Sin estructura, sin bajón. Porque hay lugar para el abandono, la pena y la tinta sobre la lágrima; hay espacio para la cerveza del día después y la entrega por completo, sin llanto en el sexo y con culo a la plancha. No es que sea más feliz. Sólo que por tener menos aires se banca ser mujer en el siglo XXI.

8 comentarios:

Estrella dijo...

Te leí de un tirón, te imaginé ahí, sentada, mirando a los ciegos y a las ellas con las elle bajo el brazo. Quizás algún día te lleves una sorpresa y descubras que ésa, la de los tacos tac tac tac y del máster en administracion, cuando llega a su casa saca su verdadero yo.
Me pasó una vez: conocí a la novia de un amigo, aspecto de modelo, más linda imposible, distante, como mirando desde más arriba. Un día tuve que pasar por su casa y la encontré en chancletas, guantes de goma y un trapo; en éxtasis, me confesó que era fanática de la ¡¡lavandina!! y que nada le gustaba más que limpiar y ocuparse de su casa.

Con el tiempo se convirtió en mi amiga, y resultó ser una mujer increíble, a pesar de su aspecto de mujer tapa de la revista Elle.

Muy bueno!
Saludos!

Ale dijo...

Tengo dos recomendaciones... una mía y otra ajena.

La primera: http://liebegeist.blogspot.com/2008/02/la-familia-del-siglo-xxi.html

La segunda:
http://malditapastillaroja.blogspot.com/2008/11/la-mujer-antes-de-tocar-el-timbre-se.html

como dice alguien que conozco... Say no more.

Anónimo dijo...

Las y los invito a leer mi blog http://mariaelenawalsh.blogspot.com en donde están "Yo soy lesbiana","Mi querido vibrado", "Señores, yo soy lesbiana" y "¿Dónde está mi prometida?

Malena dijo...

Para variar me encanta..me siento sentada ahí a tu lado mirándonos con cara de complicidad.
suelo de la misma manera tener muchos prejuicios por esa clase de mujeres, que para mal de peores son el estereotipo que gran parte del mundo cree que somos.
lo de los ciegos..no, no lo comparto jaja. me dan cierta intriga, es cierto, pero como todos aquellos a los que no les funciona como al resto los sentidos. he vivido mucho tiempo con la duda de como piensan los sordos por ejemplo ya que cuando yo pienso escucho mi voz adentro, hablo.. ellos verán imágenes?¿

como siempre un gusto leerte..

de paso quiero que me des tu permiso para agregarte en los favoritos de mi blog..jeje..

Verònica dijo...

sabès? hace un tiempito alguien me preguntaba: còmo sueñan los ciegos??.. no tuve la oportunidad de preguntàrselo a ninguno, pero los que no vieron nunca nunca nunca supongo que con sensaciones... no se. Volviendo a tu post, me encontrè un poco con vos en los prejuicios, de a poquito los voy desterrando porque me lo propuse y porque ya la atenciòn se me va hacia otros lugares, como los hombres... y esta sociedad y hacia donde vamos las mujeres de este siglo... a veces se me va la independecia por el tubo del cafè, pero hago lo posible por retenerla, un gusto leerte, me compenetrè con el texto, vaya un ABRAZO! Vero.

Ojaral dijo...

Muy impresionante. Lo leí como si se tratara de un texto antropológico. Por varias razones: la primera es que las mujeres en general me resultan un misterio indescifrable, y en consecuencia, claro, también un estímulo; La segunda es que esas mujeres de las que hablás son inalcanzables para un ratón del conurbano como yo: por acá no abundan esos especímenes (y en caso de que vivan en algún country, por ejemplo, no se cruzan con los nyc de a pie como este que firma). Pero sí creo que hay algo en tu texto que nos interpela a todos y es el tema de la soledad, el amor, y esas cosas. Ahí, yo creo, no corren las elecciones. Cualquier propósito puede desbaratarse en una noche. Y de lo que sí estoy seguro es de que tod@s no buscamos otra cosa que un poco de amor, alguien que nos quiera y nos dé ganas de querer. Cuando cerramos la puerta y nos quedamos solos no hay éxito ni fracaso que te saque la tristeza.
Saludos!

La infante Cas E. dijo...

Vos sabes que camine camine di vuelta bordie. Mordí banquina. pataparaarriba. El 12 divino eh? salio ileso del blablabla viste? obvio. entonces. te decía. llegué al mar. fui a buscarte. le tengo un cagazo bárbaro yo al mar sabés no? busqué las huellas. esas que vos decís. las que no muerden. las que guían viste? y las seguí. por fin la orilla. y ahí miré. a lo lejos. estabas. y un pie. con tooodo el pánico. mi pánico. este. y la orilla viste? un agua viva. mas viva que nunca claro. la pise. con indiferencia. no me costo nada. y plaf! otra agua viva. y seguí. mar adentro. y mi pie izquierdo. que me tira. me lleva. y late. y seguí. y te encontré sabés? entonces claro. pude, al fin, regresar. hola flaquitaaaa! que te repito. te traje algo de allá. un regalito. hace ruido adentro viste? todavía. mirá.te gusta?Cómo que qué es? Un collar de caracoles boluda! ya se. re mersa pero... colgado queda lindo viste? porque lo hice para vos.

P.D: PRIMICIA. lo tuve que rajar de casa a Polino. se boluda. me rompía las pelotas para dar declaraciones. las divas somo asi viste? Cuchá. que resulta. que me dijo que Ale viste? Ubicas? si. está haciendo casting para la chica tapa de la novela boluda. seee. Increible. la novela. Ale. muy bueno eso. se. El tema es: mirá si pone una chica Elle ponEle? Nah...no da. chica Elle.se. mira. hay equipo viste?
vos chiflame. saco el 12 que con la salitre ta bien curtido viste vamos y sabés que? llamá a Marley y el muro que era? total. arrancamos. le damos derechito derechito como las chicas Elle viste...y hacemos destrozos. ja. tomá. un paragüitas rojo. para vos.

Princesa Turquesa dijo...

Prejuicios al margen, me gustó que doblaras el análisis como un origami. Esas imágenes urbano-sensoriales hacen que valga la pena leerte (en mi humilde parecer)